1 mar 2007

Raskolniks



Ab initio enim quando ad nos Dei Verbum assumpta carne descendit, unicam firmam basim et fundamentum omnes ubique christianorum Ecclesiae, quae ibi [Romae] est, maximam nacti sunt habentque Ecclesiam: ut in quam, iuxta ipsam Salvatoris promissionem, portae inferi haudquaquam praevaluerint.

«En efecto, desde la venida a nosotros del Verbo encarnado, todas las Iglesias cristianas de todas partes han tenido y tienen a la gran Iglesia que está aquí [en Roma] como única base y fundamento porque, según las mismas promesas del Salvador, las puertas del infierno no han prevalecido jamás contra ella».

San Máximo el Confesor, Opuscula theologica et polemica: PG 91, 137-140.

Raskolniks

[En ruso raskolnik, un «cismático», un «disidente»; de raskol, «cisma, fractura»; ésta a su vez de raz, «aparte», y kolot’, «fracturar»; plural, raskolniki].

Es un término genérico para disidentes de la Iglesia establecida en Rusia. Bajo el nombre raskolniki, los historiadores rusos y escritores eclesiásticos han agrupado los varios retoños y cuerpos que se originan en la Iglesia ortodoxa griega del Imperio Ruso. Estrictamente hablando, el nombre raskolniki se refiere solo a quienes han conservado las formas externas del rito bizantino; quienes han desertado del ritual así como de sus enseñanzas son agrupados bajo el nombre de sekstanstvo (sectarianismo). [...]

Los raskolniks representan en cierta forma en la Iglesia rusa la antítesis del protestantismo hacia la Iglesia Católica. Los protestantes dejaron la Iglesia Católica porque alegaban un deseo de reformarla quitando dogmas, creencias y ritos; los raskolniks dejaron la Iglesia rusa porque deseaban mantener vivos ritos y prácticas a los que estaban acostumbrados y objetaban que la Iglesia rusa los reformara en cualquier aspecto. Al hacerlo cayeron en la más grande de las inconsistencias y una sección de ellos, mientras conservaban las minucias del ritual, rechazaban casi todas las doctrinas que la Iglesia enseñaba por todo el mundo.

[...] Ya desde el tiempo en que los rusos fueron convertidos al Cristianismo, había entre ellos varias sectas disidentes que reproducían en cierta manera las casi olvidadas herejías de de las edades primitivas de la Iglesia. Hoy día éstos son solo nombres, pero la principal separación de la Iglesia rusa establecida sobrevino en 1654 cuando Nikon, Patriarca de Moscú, convocó un Sínodo en Moscú para la reforma de los rituales y la corrección de los libros de la Iglesia.

Por el tiempo en que el aire en el sur de Rusia estaba lleno de la idea de unión con Roma, en Rusia central y en el norte había temor de una invasión polaca y que se tomaran las costumbres latinas. Cuando Nikon corrigió el servicio de la Iglesia, donde se habían introducido muchos errores a través del copiado descuidado y los conformó con el texto griego, se expresó gran queja de que estaba separándose de las viejas y vacías palabras eslavas y que estaba haciendo causa común con el extranjero fuera de Rusia. Cuando se abocó a cambiar el estilo de formas y ceremonias populares, tales como la señal de la cruz, la escritura y pronunciación de «Jesús», afeitarse la barba, o diferir en el número de Aleluyas antes del Evangelio, incitó resentimiento popular que se elevó hasta convertirse en abierto rompimiento en el que cada punto que propuso fue rechazado.

Después, cuando Pedro el Grande llegó al trono (1689-1725) e introdujo costumbres occidentales, abolió el Patriarcado de Moscú, sustituyó el Santo Sínodo y se constituyó a sí mismo en cabeza de la autoridad de la Iglesia, cambió la forma de las antiguas letras ruso-eslavas, y estableció muchas cosas nuevas en la Iglesia y el Estado, los seguidores del viejo orden de cosas lo condenaron públicamente como el Anticristo y renunciaron para siempre a la Iglesia del Estado asiéndose a las antiguas formas de sus padres.

Pero tanto Nikon como Pedro tenían con ellos a todo el episcopado ruso así como también la gran mayoría de los clérigos y la gente rusa. Los disidentes que de esta forma se separaron de la Iglesia greco-rusa ortodoxa fueron conocidos también como stariobriodtsi («viejos ritualistas») y staroviertsi («viejos creyentes»), en alusión a su adherencia las formas y enseñanzas prevalecientes antes de las reformas de Nikon.

Como ninguno de los Obispos se separó de la Iglesia establecida, los raskolniks tenían por ende una forma incompleta de Iglesia. Desde luego que un número de diáconos y sacerdotes se les adhirió, pero como no tenían Obispos, no podían incrementar el número de clérigos. La muerte pronto empezó a adelgazar las filas clericales y se volvió aparente que en un breve período se quedarían sin sacerdocio. Entonces empezaron algunos de sus líderes a negar que el sacerdocio fuese necesario.

Esto condujo a la división de los raskolniks en dos ramas distintas: los popovsti («sacerdotalmente», i.e., «Papa-lmente»), que insistían en la jerarquía y el sacerdocio, y los bezpopovsti («sin sacerdotes», i.e., «sin Papas») quienes negaban totalmente la necesidad de sacerdocio. Sin embargo estos últimos aceptaban sus servicios. Las fortunas de estas dos denominaciones de sectas fueron sumamente diferentes. Los primeros crecieron alcanzando gran importancia en Rusia, y se dice ahora que llegaron a tener entre trece y quince millones de adherentes. Los últimos se subdividieron una y otra vez en sectas más pequeñas y se dice que son entre tres y cuatro millones incluyendo a todos. Los consideraremos separadamente.

Popovtsi o raskolniks jerárquicos

Estos renovaron sus clérigos aceptando sacerdotes insatisfechos o expulsados de la Iglesia ortodoxa establecida a quienes hacían jurar contra todas las reformas instituidas por Nikon y Pedro; pero este método era difícilmente satisfactorio, pues en la mayoría de los casos el material así obtenido era de bajo grado moral. Creían que todo el Episcopado ruso se había ido con el Anticristo, pero que aún eran Obispos válidos e intentaban hacer que los ordenaran, pero en vano. Buscaron por el mundo oriental un Obispo que compartiera sus particulares ideas y parecía que tendrían eventualmente que cambiar por falta de sacerdotes cuando una oportunidad los ayudó. Una comunidad de monjes popovtsi que se había establecido en Bielo-krinitsa (Fuente Blanca) en Bukowina.

Ambrosio (1791-1863), un monje griego, fue designado Obispo de Sarajevo en Bosnia y fue consagrado por el Patriarca de Constantinopla. Subsecuentemente fue depuesto por un posterior Patriarca, y cuando sus resentidos sentimientos contra las autoridades de Constantinopla se encontraban en su clímax, los raskolniks se le acercaron solicitando se convirtiese en su Obispo.

El 16 de abril de 1846 Ambrosio aceptó pasarse a su fe y adoptar todas las prácticas antiguas, consagrar otros Obispos para ellos y convertirse en su Metropolitano o Arzobispo. El 27 de octubre de 1846 fue solemnemente recibido en el monasterio de Bielo-krinitsa, tomó los necesarios votos, celebró Misa pontifical y asumió la jurisdicción episcopal.

Bielo-krinitsa está a solo unos cuantos kilómetros de la frontera rusa y pronto vio la luz una jerarquía para Rusia. Después de consagrar Obispos para Austria y Turquía, fueron consagrados e instalados los Obispos en Rusia. El gobierno ruso no pudo aplastar la cabeza de la Iglesia raskol porque estaba en Austria. El popovsti creció a grandes pasos, comenzó a mantener clérigos educados y contendió con la Iglesia establecida. En el presente, desde el decreto de tolerancia de 1905, tienen una jerarquía rusa bien establecida con el Metropolitano en Moscú y Obispos en Saratoff, Perm, Kazan, Caucasus, Samara, Kolomea, Nijni-Novgorod, Smolensk, Vyatka y Kaluga.

Su asentamiento principal lo tienen en el barrio Rogozhsky de Moscú, ahí tienen su gran cementerio, monasterio, catedral, templo y capillas. En 1863, al tiempo de la insurrección polaca, el Arzobispo raskolnik y sus consejeros laicos emitieron una Carta Encíclica a la «Santa Católica Apostólica Iglesia de los Viejos Creyentes», apoyando al Zar y declarando que estaban de acuerdo con la Iglesia establecida en todos los puntos principales. Esto dividió nuevamente a la Iglesia en dos facciones que perduran hasta hoy: los okruzhniki o «enciclicalistas» y los raznordiki o «controversialistas», que negaron los puntos de acuerdo con la Iglesia nacional.

Adicionalmente, la Iglesia establecida ha formado una sección de estos raskolniks en unión con ella, pero les ha permitido que conserven todas sus peculiares prácticas y se les llama los yedinovertsi o «uniatas». Muchos de la sección controversial de los raskolniks están viniendo a la Iglesia Católica y ya se han recibido de ocho a diez sacerdotes.

Los bezpopovtsi o «aclérigos»

Los bezpopovtsi, o «aclérigos», parecieron representar el lado desesperado del cisma. Tienen su asentamiento más fuerte en el barrio Preobrazhenky de Moscú y son fuertes también en el gobierno de Archangel. Adoptaron la visión de que Satanás había conquistado y estrangulado la Iglesia a tal grado que los clérigos habían equivocado el camino y se habían convertido en sus sirvientes, que los sacramentos, excepto el Bautismo, habían sido quitados al laicado y que se habían quedado sin líderes. Reclaman el derecho de libre interpretación de las Escrituras y así moldear sus vidas.

No reconocen ministros, excepto sus lectores que ellos eligen. Sin implicar que es igual al protestantismo, hay que decir que hasta donde es posible conservaron todas sus formas ortodoxas de servicio: persignadas, reverencias, imágenes, velas, ayunos y similares, y han mantenido regularmente monasterios con sus monjes y monjas. Pero no tienen elemento de estabilidad y sus sectas se han vuelto innumerables, siempre cambiantes y variables con incesantes divisiones y subdivisiones. De estas subdivisiones las más importantes son:

1. Los pomortsi; o habitantes cercanos al mar, una división rural que es muy devota;
2. Los feodocci («teodosianos») que fundaron hospitales y han puesto énfasis en buenas obras;
3. Los bezbrachniki («libre-amantes») que repudiaron el matrimonio, semejantes a la comunidad Oneida de Nueva York;
4. Los stranniki («migrantes») una secta peripatética que salió por todo el país declarando sus doctrinas;
5. Los molchalniki («mudos»), que rara vez hablaban, creyendo que el mal venía a través de la lengua y la conversación ociosa; y
6. Los niemoliaki («no-orantes») que enseñaban que puesto que Dios lo sabe todo, es inútil rezarle, ya que Él sabe lo que uno necesita.

Estas varias divisiones de los aclérigos se dividen nuevamente en otras más pequeñas, como muchas de las sectas extrañas de Inglaterra y América, haciendo casi imposible seguirlas. Frecuentemente se permiten la más salvaje inmoralidad justificándola bajo la cubierta de algún distorsionado texto de la Escritura o alguna frase del servicio de la vieja Iglesia. [...].

Leroy-Beaulieu, The Empire of the Tsars, III (Nueva York, 1902); Heard, The Russian Church and Russian Dissent (Nueva York, 1887); Pravoslavnaya Bogoslavskaya Enciclopedia, II (San Petersburgo, 1903); Ignatius, Istoria Raskola v russkom starovierykh Raskolnikoff (San Petersburgo, 1895).

Andrew J. Shipman

Transcrito por M. Donahue.
Traducido por Javier L. Ochoa M.

The Catholic Encyclopedia, Volume I.
Copyright © 1907 by Robert Appleton Company.
Online Edition. Copyright © 1999 by Kevin Knight.

Artículo tomado de la Enciclopedia Católica. Copyright © ACI-PRENSA.

Nihil Obstat, 1 de marzo de 1907. Remy Lafort, S.T.D., Censor. Imprimatur, + John Cardenal Farley, Arzobispo de Nueva York.

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